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Preguntas que siempre quisiste hacer a tu dentista y nunca te atreviste



Llegamos a la consulta dispuestos a resolver con el especialista las dudas que nos rondan por la cabeza, pero en muchas ocasiones, el pudor provoca que nos volvamos a casa con ellas. No deberías tener recelos con tu médico, seguro que cosas más extrañas ha visto, pero, por si acaso, os aclaramos algunas de esas cuestiones relacionadas con la salud bucodental que usted se guarda por vergüenza.


¿Sirven para algo los enjuagues de coco?

La utilización de diversos aceites naturales (oliva, sésamo, girasol, coco...), bajo la forma de enjuagues orales, está teniendo una amplia difusión incluso desde clínicas dentales. La realidad es que no se dispone de ninguna evidencia científica que permita avalar el uso de estos productos como sustituto o complemento de la higiene oral. Así que la respuesta es una negativa rotunda. Con los productos milagrosos, como el agua de coco, hay que ser prudentes.


¿El vino, la cerveza y el café son buenos para mi dentadura?

Ninguna de estas bebidas genera beneficio alguno en la salud oral. El alcohol es uno de los factores de riesgo para el cáncer oral y otras patologías de la boca. El café tampoco ha demostrado ser un agente saludable en ese terreno. Además, tanto el café como el vino o algunos refrescos que pueden acompañar a bebidas alcohólicas no son solo perjudiciales para la salud de la boca, sino también para su estética, y tienden a amarillear la dentadura.


¿Cómo debo lavarme los dientes?

Lo ideal es dividir la boca en 4 sectores y lavar cada uno durante 30 segundos, por lo que en total estaremos 2 minutos. En cuanto a la técnica, es importante ir desde la encía hacía el diente y no al revés. Por último, no hay que olvidarse de la lengua, que es un foco de placa bacteriana y se debe cepillar de dentro hacia fuera. Pero, sobre todo, lo importante es hacerlo a menudo: si puede ser, después de cada comida. Y que la pereza no pueda con el último cepillado del día.


¿Puedo maquillarme los dientes?

Para conseguir una sonrisa brillante en muchas ocasiones necesitaremos hablar de blanqueamiento dental, la utilización de carillas estéticas de porcelana, cirugía gingival u otros métodos específicos. Los dientes blancos son un objeto de deseo, pero pueden oscurecerse incluso manteniéndolos limpios: en este caso, los alimentos o productos milagrosos caseros no tienen nada que hacer.


¿Me huele mal el aliento o soy un paranoico?

Son varias las causas que pueden originar la halitosis(mal aliento), si bien el 60% tiene un origen bucal, un 20% se debe a otras causas (respiratorias, digestivas...), el 20% restante está constituido por personas que piensan erróneamente que tienen halitosis. Esta falsa sensación puede deberse a boca seca, a problemas digestivos o incluso al estrés o ansiedad. En caso de duda, su dentista le orientará sobre si sufre o no este problema y, si así fuera, cuál puede ser su solución concreta.


¿Hacerme una limpieza me desgastará el esmalte?

Las limpiezas de boca no producen ningún desgaste en el esmalte ni lo convierten en más frágil. Son necesarias siempre que se acumula sarro y deben realizarse con cierta periodicidad, dependiendo de cada paciente.


¿Estar embarazada me obliga a lavarme más los dientes?

La higiene bucodental es imprescindible para cualquiera, sin embargo, durante esos nueve meses aumenta de manera muy considerable la posibilidad de padecer gingivitis, inflamación de las encías que se produce debido a la acumulación de bacterias orales por falta de higiene.


¿Se puede transmitir alguna enfermedad dental al besar a un bebé en la boca?

Las bacterias que producen la caries son transmitidas de madre a hijo a través de hábitos en los que interviene la saliva: probar la comida con la misma cuchara, chupar el biberón o el chupete, besar al bebé en la boca…


¿Es necesario cambiar de cepillo de dientes después de estar enfermo?

La vida útil de este utensilio no ha de superar los 3 meses, porque las cerdas se van deformando y pierden eficacia. Asimismo, se recomienda cambiarlo si hemos padecido una gripe o una infección de garganta o de boca, porque los gérmenes pueden acantonarse en las cerdas y reactivar la infección. Es importante recordar que el cepillo debe enjuagarse y secarse bien después de cada uso.

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